Los eritrocitos o glóbulos rojos representan el principal elemento forme de la sangre. Su diámetro es de 7.8 μm. Se caracterizan por ser anucleados y tener una forma de disco bicóncavo. Esta estructura le confiere una tinción acidófila en la periferia y pálida en el centro.
El neutrófilo es el glóbulo blanco más abundante. Su diámetro es de 10-12 μm. Es una célula de forma esférica con un citoplasma lleno de gránulos de tinción pálida. El núcleo posee varios lóbulos (de dos a cinco) unidos por finos puentes de cromatina. Su función es fagocitar bacterias y otros agentes infecciosos.
El eosinófilo es una célula esférica de 10-12 μm de diámetro. Posee un citoplasma con abundantes gránulos intensamente eosinófilos y un único núcleo, que usualmente presenta dos lóbulos (pero puede tener tres lóbulos) unidos por un grueso puente de cromatina.
El basófilo es el leucocito menos abundante. Tiene alrededor de 10 μm de diámetro. Es una célula esférica cuyo citoplasma posee una gran cantidad de gránulos intensamente basófilos que no permiten reconocer claramente la forma de su núcleo.
El linfocito presenta un núcleo esférico con una leve escotadura. Su característica más relevante es que el núcleo abarca la mayor parte del citoplasma. Este último se visualiza como un borde basófilo pálido. Su tamaño puede variar de 6 a 15 μm de diámetro.
El monocito es la célula más grande del frotis de sangre, con un diámetro promedio de 18 μm. Es una célula esférica con un núcleo escotado o "en forma de riñón” de ubicación excéntrica y un citoplasma sin gránulos distinguibles.
Los trombocitos o plaquetas son fragmentos celulares derivados del megacariocito. Circulan por la sangre a menudo agrupadas, de tamaño mucho más pequeño que un eritrocito y presentan una tinción central basófila y periférica más pálida.
En la siguiente imagen se observa en un mismo campo un neutrófilo, un eosinófilo y un linfocito grande. Nótese la diferencia en la forma y lobulación del núcleo, la tinción del citoplasma y las características de los gránulos.
